Obama recuerda raíces
inmigrantes de EE.UU. y mantiene compromiso con reforma
Washington, 4 jul (EFE).- Estados
Unidos celebra hoy los 238 años de su independencia en un momento de gran
polarización política interna con la inmigración de fondo y de tensiones
internacionales en Oriente Medio, Europa y Asia que reclaman nuevamente su atención.
En un día en que el país celebra
sus valores fundamentales, el presidente, Barack Obama, destacó que Estados
Unidos ha sido históricamente una nación de inmigrantes y aseguró que
continuará haciendo lo posible para "arreglar" el sistema migratorio.
"Voy a seguir haciendo todo
lo que pueda para continuar haciendo nuestro sistema de inmigración mejor y más
eficiente", dijo el mandatario en una ceremonia de naturalización en la
Casa Blanca que incluyó a 25 militares en activo, reservistas y cónyuges de militares
de quince países, entre otros, Guatemala y Panamá.
La promesa de Obama se produce en
un momento delicado después de que el presidente de la Cámara baja, el
republicano John Boehner, le comunicara la semana pasada que su partido seguirá
evitando un voto sobre la reforma migratoria este año, lo que acaba con la
esperanza del mandatario de firmar la reforma antes de 2015.
El partido republicano ha
bloqueado la votación en la Cámara de Representantes, donde tiene mayoría, del
proyecto de ley aprobado hace un año en el Senado para una reforma
"integral", una promesa de Obama desde su primer mandato que daría
una vía legal para los 11 millones de indocumentados que se calcula que hay en
el país.
Los republicanos quieren mantener
en jaque a Obama y retar a los demócratas en las elecciones legislativas de
noviembre, donde se renovará un tercio del Senado y la Cámara baja al completo
y en las que esperan recuperar el control bicameral.
Sin embargo, el debate migratorio
se ha intensificado ante la llegada masiva de niños indocumentados procedentes
de Centroamérica, que desde octubre superan los 47.000, y han desbordado la
capacidad de los centros federales donde son retenidos ante la incertidumbre
sobre su futuro, si serán deportados o considerados refugiados.
Ante la inacción del Congreso
Obama ha advertido de que tomará decisiones ejecutivas y esta semana ordenó a
los Departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional "identificar
acciones adicionales" que la Administración pueda tomar por su cuenta para
arreglar el sistema migratorio y presentarle recomendaciones.
"Vamos a tener que arreglar
nuestro sistema de inmigración, que está roto, y aprobar una reforma migratoria
de sentido común", dijo el mandatario este 4 de julio asegurando que la
reforma ayudaría además al crecimiento de la economía del país.
El diario The New York Times
pidió en un editorial hoy a Obama, que reduzca el número de deportaciones de
inmigrantes indocumentados y que, en su lugar, facilite la regularización de
cientos de miles de personas para que puedan seguir viviendo y trabajando en el
país.
"Obama debe reducir la
maquinaria de deportaciones, que él mismo amplió enormemente. Su decisión hace
dos años de parar las deportaciones de jóvenes inmigrantes bautizados
'Dreamers' fue un buen primer paso. Ahora debe proteger a los padres de los
'Dreamers' y, si es posible, a los padres de los niños ciudadanos", añadió
el periódico.
En materia internacional Obama
tiene varios frentes abiertos.